INSTITUTO YRIGOYENEANO

 

Yrigoyen en el Gobierno

 

Sus proyectos y la oposición”

 

Por Adolfo Carmelo Scarano

 

Su estilo de gobernante respetuoso de la Constitución y de las leyes puede observarse en el trato que mantuvo con los demás poderes. Arturo Capdevila afirmó: “su respeto por la libertad de prensa, era en aquellas horas pretotalitarias del mundo, uno de los rasgos más característicos de su alta personalidad cívica”.

 

1.      La crítica adversaria

 

Yrigoyen llega al gobierno el 12 de octubre de 1916 y concibe un aporte legal a su mandato, no pretende un reordenamiento integral, no aspira a una revolución legal, sus proyectos son de avanzada, novedosos y útiles, pero para complementar no para cambiar y mucho menos para destruir.

 

Sin embargo, aunque, eso fue evidente, no conmovió a la oposición, que no reparó en la bondad de la norma. Era suficiente que viniera “del peludo” para rechazarla.

 

Otro adversario cruel, fue el periodismo, sobre todo los grandes diarios, que eran por aquella época el único medio de comunicación masiva que tenía la población. El Presidente respetó todas las libertades pues él las había defendido y proyectado desde el llano, pero durante su gobierno la oposición la ejerció con sadismo. Oigamos a Capdevila: “su respeto por la libertad de prensa, era en aquellas horas pretotalitarias del mundo, uno de los rasgos más característicos de su alta personalidad cívica, como también el rigor, para consigo mismo, en materia de principios, porque aquella libertad de prensa, que no quiso cercenar, alcanzaba visos de licencia en la procacidad con que de continuo se zahería, en periódicos de una mordacidad en que toda ofensa cabía”. En el Congreso la situación será igualmente ofensiva y procaz; el senador Sánchez Sorondo lo juzgó incapaz para el cargo, dictador y poseedor de una psicología morbosa.

 

Con estos legisladores y esta prensa tuvo que gobernar, y todo lo soportó con serenidad casi mística, compenetrado como estaba que su causa era la del género humano.

 

2.                  El Poder Legislativo Nacional

 

Podemos sintetizar la situación que encontró Irigoyen al asumir la Primera Magistratura, con los conceptos del teórico del radicalismo, Ingeniero Gabriel Del Mazo que dijo: ...”y fue de este modo que el radicalismo asumió el gobierno de la Nación, con todas las limitaciones previstas, con un Congreso híbrido en parte, y con la obligación cívica de aceptar la secuela legal de su sistema. El gran movimiento radical accedía así a la legalidad del régimen en vez de abolirla, pues se trataba de dar lugar revolucionariamente a la legalidad cabal de la Nación”.

 

Analicemos  brevemente la composición de las Cámaras en 1917 (según Etchepareborda):

§         Diputados Radicales                45                    Opositores: 70

§         Demócratas Progresistas         38

§         Conservadores                                               22

§         Socialistas                                           10

 

Senado en 1917:

§         Conservadores                        24

§         Radicales                     4

§         Socialistas                   1

 

En 1922 al finalizar el mandato (según Darío Cantón):

§         Diputados U.C.R.                               91                    Disidentes: 10

§         Socialistas                                           10

§         Conservadores                                               14

§         Demócratas Progresistas         14

§         Partidos Provinciales               11

 

Senado: Mayoría absoluta conservadora.

 

El divorcio sistemático fue casi ofensivo, porque de muchas leyes se impedía hasta su conocimiento y difusión, y las mandaban “al archivo”. Es imposible analizar el cúmulo de proyectos abortados. Roberto Etchepareborda se ocupó en profundidad del tema y a él debemos recurrir si deseamos profundizarlos.

Citaremos algunos de los proyectos de Ley del Poder Ejecutivo.

1916             Creación de la Marina Mercante Nacional

1917             Creación del Banco Agrícola

1918             Plan de Defensa Sanitaria

1918   Ley orgánica de instrucción pública

1919              Contrato Colectivo de trabajo y Conciliación y Arbitraje

§         Represión a la vagancia

§         Ley Orgánica del petróleo

§         Fomento y colonización agrícola ganadera

§         Provincialización de La Pampa

1920 Ampliación de la Red Ferroviaria al Norte y Centro del País.

1920 Prohibición a los funcionarios públicos de contratar con el estado

1920 Abaratamiento de la vivienda, y casas económicas

1921 Jubilación para Bancarios

§  Proyecto sobre tierras públicas

§  Creación de Gendarmería Nacional

§  Creación del Banco de la República

1922 Provincialización de Chaco y Misiones

 

Su estilo de gobernante puede observarse en dos episodios.

De ellos trasciende su inspiración humanitaria y su concepción geopolítica del territorio nacional; dos rasgos difíciles de encontrar juntos y bien definidos en un hombre de estado.

 

3.                  En defensa del consumidor

 

Recordemos el problema azucarero del año 1920, cuando los especuladores de esa industria protegida, quisieron escasearla para aumentar el precio; Irigoyen para desbaratar la maniobra, envió un proyecto para adquirir 20 mil toneladas y entregarlas al pueblo a bajo precio. Hubo un rechazo del Senado, pero Yrigoyen se mostró decidido, y tuvo que ceder. Así se defendió por primera vez en el país los intereses del consumidor.

 

4.         El Ferrocarril a Huaytiquina

 

Recordemos por fin y brevemente el problema de la línea férrea Huaytiquina, para que las provincias del norte y países linderos tengan salida al Pacífico, decía Irigoyen que esa necesidad retomaría el sentido histórico de esa parte de América y evitaría conservar, esa estructura interna, forma primitiva de un solar colonial, con un solo frente, el del Atlántico y una sola salida o puerto exterior: Buenos Aires, con un larguísimo fondo sin salida, ni al Pacífico, ni al Amazonas. Que provincias como Salta y Jujuy, situadas cerca del Pacífico, debían, para vender sus productos, conducirlos por mil seiscientos kilómetros de ferrocarril, con precios prohibitivos, recorriendo zonas de productos similares. Asimismo, esa apertura, posibilita la salida al Pacífico de los productos de las naciones hermanas y abriría un insospechado progreso a las industrias americanas.

 

Tan generoso proyecto fue demorado minuciosamente por el Congreso, ciego a una realidad tangible, hasta que el 12 de mayo de 1921, se ordena por decreto la iniciación del ferrocarril proyectado.

 

Sin embargo, quedó trunca la gran posibilidad americanista. Benjamín Villafañe, académico enemigo de Irigoyen, lo consideró 10 años después, un proyecto de más envergadura que la apertura del Istmo de Panamá, obra de la que hubiera sido su complemento.